Desc: Tennessee Champ: Dirigida por Fred M. Wilcox. Con Shelley Winters, Keenan Wynn, Dewey Martin, Earl Holliman. Una pequeña película de serie B que MGM descartó, apenas promocionó y se olvidó, pero que es mejor que algunas de las escorias A de Leo en la misma época. Shelley Winters, después de una ausencia de 15 meses de la pantalla, está en el lado negativo de sus días de sexpot y en el lado positivo de sus días de carácter y es excelente como la devota esposa que intenta mantener a su marido inclinado al hurto en alza. -arriba y tiene más derrotas que victorias en ese departamento; Kennan Wynn es incluso mejor como su marido, el manager de la pelea, y ofrece una actuación controlada como un personaje tempestuoso, a diferencia de los personajes tempestuosos descontrolados, enviados por correo y exagerados que más tarde interpretó en muchos westerns; y Earl Holliman como el manitas borracho y que toca la armónica de Wynn está en el blanco. La historia, que se desvía un poco hacia lo melodramático en algunos lugares, trata sobre el hijo de un diácono, Daniel Norson (Dewey Martin), quien cree que ha matado a un hombre en una pelea por una niña y se da a la fuga. Lo recoge el director de peleas Willy Wurble (Keenan Wynn) y, dado que posee un golpe mortal, se convierte en un boxeador exitoso. Pero su origen religioso lo lleva a negarse a involucrarse en una pelea que Willy ha arreglado, a pesar de que cree que Willy lo entregará bajo el cargo de asesinato. La credibilidad se pierde un poco cuando Daniel descubre que el hombre con el que debe luchar es en realidad el hombre que pensó que había matado. La devoción y la fe de Daniel han convertido a Willy en un pecador semireformado, pero puede que eso se deba sólo a la falta de oportunidades en este momento..